Por: Erika Oviedo Meran
“Somos un país maravilloso, pero estamos obrando mal”
Santo Domingo.- Aprovechando la celebración del bicentenario del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte y la celebración del 169 aniversario de la Independencia Nacional, Guarionex Alcántara puso a circular el libro “La verdad de la verdad: República Dominicana tierra de Dios”.
“La gente de este país es buena, los malos son menos. Esta tierra fue diseñada por Dios para bendición, predicación y avivamiento de las demás naciones de la tierra y para que vean que existe otro Israel terrenal pero del otro lado del mundo”, establece el autor.
El autor afirma que “el espíritu de robo, zaqueo y hurto del erario se activó con la llegada de Colón a la isla y, luego, con la llegada de esclavos procedentes de África, trajeron consigo maldiciones a la isla”.
En un compendio de 20 capítulos y 160 páginas, Alcántara hace un recorrido desde el descubrimiento de la isla hasta la proclamación de la Independencia Nacional mostrando el propósito que tuvo Dios en medio de cada uno de esos acontecimientos.
Con un alto contenido teológico e histórico, el propósito del autor es establecer el orden de Dios para los ministerios y las artes cristianas mediante la predicación de identidad espiritual, y, además, que los dominicanos honren la memoria de Juan Pablo Duarte poniendo en práctica sus ideales que enarbolan los principios de Dios.
“Juan Pablo Duarte fue un escogido de Dios, hasta en sus nombres fue marcado con los ministerios que haría en su tiempo. En el juramento trinitario, Dios es alfa y omega, inicia y termina en nombre del Señor. Duarte se ciñó con el manto de Jesús. Le decían amado y deseado. No quiso gloria, todo lo dio por su Patria. Dios puso en la mente de Duarte la combinación de dos palabras para poner el nombre a nuestro país”.
Dentro de los capítulos incluidos en el texto, se encuentra el origen de la iglesia evangélica en la República Dominicana, en donde el autor establece de dónde vinieron los primeros misioneros y de dónde vinieron tantas doctrinas dentro de los templos evangélicos.
“En 1916 con la invasión norteamericana, muchos misioneros arriban al país, se instalan iglesias en los campos. Debido a que en 1930 la tasa de analfabetismo en la sociedad rondaba el 96.5% los americanos tuvieron que aprender español y luego enseñarle a leer y escribir a los campesinos dominicanos, en los años 40, Trujillo expulsa los misioneros y dejan las iglesias a cargo de personas que todavía no tenían un gran conocimiento, el tiempo fue insuficiente para doctrinarlos en teología y entonces comenzaron los inventos”.
“En los años 40 el mundo comenzó a cambiar, entonces comenzaron a inventarse formas y textos bíblicos que avalaran comportamientos que no son del agrado de Dios. Por ejemplo: Hay que ser santo porque yo soy santo. Nadie sabe que es santidad o que es ser santo y ya todo el mundo es santo, como se predica en el campo y la mujer viste con faldas largas y tiene el pelo crespo ya todos piensan que ese es el uniforme del cielo”.
Dogmas creencias y errores es otro de los capítulos incluidos en el libro explicados en lenguaje llano y basado en experiencias vividas por el autor.
“Cuando los cristianos lean el libro amarán a su Patria, realzarán los valores cristianos y se harán cristianos fieles porque entenderán quienes son”.
Con una tirada de 1,000 ejemplares, “La verdad de la verdad: Republica Dominicana tierra de Dios” se puso a circular el 27 de febrero en el Expo Congreso Cultural Cristiano Internacional (ECCI).
Sobre el autor
Guarionex Alcántara conoció al señor a la edad de 16 años, a quien sirve desde hace 12 años. Junto a su esposa Lissette Marte se congrega en la Iglesia de Dios Camino de Santidad de Haina y allí se desenvuelven en la alabanza y adoración, ella como ministra de danza y el, como salmista y maestro de educación cristiana.
Se ha desarrollado en varios ministerios en su iglesia a lo largo de su vida cristiana, tales como: Ministerio de Jóvenes, Asistente de la Superintendencia del departamento de Educación Cristiana, Maestro y Diacono (Iglesia de Dios Plena Gracia).
Fuente: EvidenciasDigital.com
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